Existen varias orientaciones desde las que un psicólogo puede afrontar los problemas. Desde la terapia cognitivo-conductual, utilizamos un método de trabajo científico y contamos con técnicas psicológicas con evidencia empírica. Este es el motivo por el que consiste en una de las corrientes de la psicología más utilizadas en la actualidad.
El objetivo de la terapia es dotar a la persona de los recursos necesarios para que afronte su problema emocional hasta eliminarlo, en un clima de terapia cálido y cercano.
Durante esta fase, el psicólogo obtendrá toda la información que necesita para entender tu problema. Realizará preguntas sobre tu vida y sobre ti, relacionadas con la cuestión que te trae a consulta. Adicionalmente, puede que te pida cumplimentar algún cuestionario, autorregistro o test para completar la información.
El psicólogo se basará en esta información para decidir qué técnicas enseñarte durante la fase de terapia. Por todo ello, es importante la sinceridad.
Llegados a este punto de la terapia, el psicólogo ya dispone de toda la información que necesita: conoce cómo se originó tu problema y, más importante, por qué se mantiene en la actualidad. Durante esta sesión, te expondrá en qué consiste tu problema de forma clara y en profundidad. A continuación, te planteará cómo va a proceder la terapia. Este es un buen momento para que consultes todas tus dudas y salgas de la sesión entendiendo lo que te sucede y cómo va a desarrollarse la siguiente fase de TERAPIA para solucionarlo.
En esta fase de la terapia, el psicólogo te enseñará las técnicas y estrategias necesarias para que aprendas a manejar tu problema hasta superarlo. Una vez aprendas una nueva habilidad durante la sesión, tu psicólogo te pedirá que la practiques a lo largo de la semana. La terapia no consiste en charlar, consiste en aprender nuevas técnicas para enfrentarte a las situaciones difíciles, y esto requiere práctica. Gradualmente, podrás ir incorporando lo aprendido a tu vida diaria.
En este momento de la terapia, ya estarás usando las técnicas y estrategias aprendidas a la hora de enfrentarte a situaciones difíciles en tu día a día. Empezarás a ser capaz de afrontar tu problema con éxito, te sentirás mejor, con mayor seguridad, y tu psicólogo te propondrá distanciar las sesiones de terapia.
De esta manera, dispondrás del apoyo del profesional, pero, del mismo modo, comprobarás que puedes hacer frente a aquello que te traía a terapia de manera independiente.
Después de unas sesiones de seguimiento, cuando se ha superado el problema, se acuerda finalizar la terapia.
A veces no resulta sencillo detectar cuándo necesitamos ayuda psicológica, sobre todo cuando lo vivimos desde dentro.
Los psicólogos resultan de gran ayuda, no solo en situaciones graves o difíciles, sino también poniendo a disposición de las personas estrategias y recursos para prevenir posibles problemas futuros.
Es necesario que consultes con un psicólogo cuando:
En definitiva, es necesario que consultes con un psicólogo cuando observes que el malestar que experimentas amenaza tu bienestar y tu calidad de vida. Él valorará tu situación y tu problema y decidirá cómo ayudarte.